jueves, 20 de septiembre de 2012

Entretejiendo...

Entretejer las palabras es tarea diaria para que no se desilachen y terminen enredandose en la nada, es un ejercicio artesano donde la ideas van tomando forma, color, textura, donde hacen ruido o pasan en silencio ante los ojos de alguien mas que las hace suyas sin pensar, que las anida sin darse cuenta a veces de cuan importantes pasan a ser en nuestras vidas.

Unirlas para que tengan un mensaje no es tarea facil, sino seran un barco a la deriva que encallara entre las rocas y sera en el paso del tiempo una completa ruina, errumbradas, pasando a ser un mensaje incompleto en alguna chacarita olvidada.

Decorarlas con firuletes es mas complicado aun, captar la mirada de una persona y llegar al corazon de ésta, lograr que las deseen con vehemensia, dejarle esa sed de letras en la garganta y a la vez, una caricia que le reconforte el alma, dibujar un paisaje en letras, eso es escribir, es sentir, es transmitir. Escribir es tener el pulso de un cirujano para no degollar el sentido y se desangre quedando sin pulsos, sin latidos.

Escribir en sentido horario o antihorario, desafiando las agujas impiadosas de un reloj, sin que nada importe, tomando la paleta de letras que existen, y con ellas formar una nueva, con un color diferente, con un sonido inaudito, una palabra exultante, siempre en tinta viva, que manche y deje su paso en el lienzo. Escribir es podarlas cuando es necesario, regarlas y curarlas de las pestes para que crezcan libres de enfermedades y no sean toxicas para quien las lee.

Hay que dejarlas fluir y ponerles un freno justo al borde del precipio para que no suiciden y mueran en su intento, hay que dejarles volar en libertad, darles cariño, y silenciarles cuando pretendan gritar tan alto que solo conseguirian ensordecer sin enseñar. Se les debe infundir respeto para que sean bien recibidas, tal como se hace con un niño. Se les debe enseñar a tener templanza, a forjarse, para que sean fuertes ante las tempestades y no sean arrastradas por el viento, asi tendran raices, y con el paso de las epocas floreceran en primavera. 

Los libros tienen ese olor especial, que con el paso del tiempo se vuelven mas especiales, como un vino en el paladar, algunos nos dejan sabores frutales inconfundibles, y nos embriagan de pasion, nos hacen delirar en lenguas extranjeras. Como sea, no olvides cuando lees alguno, que alguien detras de esas letras vibro como tu lo haces en ellas.

Escribir esta vez fue vaciar mi mente de ellas, dejarlas aqui, para que yo, pueda irme a dormir sin su compañia, y mañana tener una paleta despejada de palabras para volver a colorear mi nuevo dia.




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